Septiembre se despide

Y nosotras montamos una fiesta de pijamas para celebrarlo. Reímos, bebimos y nos pasamos media noche hablando de chicos. Al contrario de lo que muchos pensarían todo fueron buenos pensamientos, puede que atravesemos un momento dulce y sepamos apreciar todo lo que nos dan y olvidar lo que nos pudieron quitar en su momento.

Yo hablé de él, un poco más tarde volví a hablar de él y mis últimas palabras fueron acerca de él.

Es algo extraño.

Estar enamorada no es fácil, no basta con desearlo, hay que oírlo.

¿Algún día me lo dirá? ¿Sentirá lo mismo?

Empiezo a pensar que todo esto es una locura.

Sin llegar a poder expresar por qué, sé que me gusta, sé que aún tengo mucho que descubrir, sé que nunca llegaré a saber expresarlo y sé que nunca le descubriré del todo. Nadie puede negar que no me resulte interesante, nadie puede pensar que no le he besado cientos de veces en mis sueños.

Nombre

En su caminar.

Es como imaginar esas escenas de Sin City en las que el blanco y negro solo comparte escenario con un rojo intenso que dibuja sus labios, sus curvas envueltas en un escueto vestido y engrandece el sonido de sus zapatos.

Es ella. Es una musa que sería capaz de eclipsar a Marilyn. Es ella, esa que siempre estarás esperando, esa que no tiene miedo de continuar aunque nunca sepa donde dirigir sus pasos. Esa que te abandona antes de sentir que ha sido tuya. Y tú te encuentras ahí, impávido, intentando tomar una elección sin saber que ella la tomó por ti mucho antes de que te invadiesen las dudas.

Estás muerto.

Sígueme...

Todos tenemos algo que nos mueve

Y sí, puede que haya más peces en el mar pero yo quiero ESE pez. No porque sea infinitamente más divertido que el resto, que también; No porque me enciende más rápido que ninguno, que también. Lo quiero porque sé que es de los que vuelan, y con eso me sobra.